Mucho
ruido ha generado el proyecto de ley sobre educación terciaría que sancionará
el gobierno en las próximas semanas, ya que sería tramitado por el mecanismo de
fast track del conflicto armado.
En
el proyecto se plantean dos pilares que constituyen la estructura del SNET: El
de la educación universitaria y el de la educación técnica y formación
profesional terciaría. Dentro de este último pilar estarían las instituciones
técnicas y tecnológicas, el SENA y las instituciones para el trabajo y
desarrollo humano, las cuales ofrecerían programas hasta de máster técnico, en
las condiciones que se regulan en el proyecto (artículos 8 al 10).
De
la lectura del documento, creo que tiene 2 objetivos: Por un lado, que los
técnicos, tecnólogos, SENA y los de educación para el trabajo y desarrollo
humano empiecen a hacer parte de una sola categoría y, por otro lado, que sus
estudios sean reconocidos por las instituciones de la educación universitaria.
Asímismo
el proyecto faculta al Ministerio de Educación la reglamentación del Sistema
Nacional de Calidad de la Educación Superior (SISNACES) – que vendría a
reemplazar el SNIES -, el Marco Nacional de Cualificaciones y el Sistema de
Acumulación y Transferencia de Créditos (SNATC).
El
proyecto ha recibido críticas por la falta de discusión, por regular una
materia tan importante a través del mecanismo de fast track, por reformar
asuntos estructurales de la Ley 30 que es una norma especial, por dar
facultades de reglamentación al Gobierno Nacional en materias que son objeto de
reserva legal, entre otros.
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