EL OFICIO DEL ABOGADO

Hace unos días, el todavía Magistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt, en una entrevista a W Radio, justificó sus conductas delictivas alegando que no le eran propias sino que las compartía con todos sus compañeros de Sala. Describió los intercambios de favores, reuniones con abogados interesados en procesos que se debatían en el alto Tribunal y los intereses políticos que determinan decisiones importantes para el país. 

El asunto no trascendió mayormente, tal vez porque llegaba la época de semana santa, o porque ya a nadie escandaliza que la justicia de este país tenga una incompetencia atávica que es anterior a nuestra independencia, o tal vez porque así funciona en el trópico, vgr. Tribunal Supremo de Venezuela. 

Como sea, no pude evitar releer el blog Dura Lex del profesor Juan Antonio García Amado, en el que indaga las razones por las que los grandes juristas alemanes - con rarísimas excepciones - decidieron servir al nazismo y como, terminada la guerra, continuaron en sus cargos y ostentando los honores para condenar los crímenes de esa ideología. 

Cabe preguntarse entonces cual es el oficio del abogado y si las universidades se preocupan porque los profesores que recorren sus claustros no estén sirviendo oscuros intereses para satisfacer sus vanidades o sus bolsillos.