lunes, 3 de febrero de 2014

CAMPAÑAS CON MALA CALIFICACIÓN

Las declaraciones de las candidatas al Congreso de la República, Claudia López y Angélica Lozano, sobre un grupo de universidades que podrían estar estafando a sus estudiantes al ofrecerles educación de baja calidad resultan muy graves y deberían sacudir el sistema educativo colombiano. 

Sin perjuicio de que pueda tratarse de declaraciones de campaña y carezcan de sustento alguno las sociedades no pueden tener la percepción de que las instituciones de educación superior actúan sin ningún control y que la calidad de sus programas permite concluir que se está estafando a sus estudiantes.

Lo primero que hay que decir es que no se puede estigmatizar a una universidad por el hecho de ser privada, Harvard lo es, ni por el hecho de que resulte evidente el control que puedan existir sobre esas organizaciones, como es el caso de la Cámara de Comercio de Bogotá, o de CAFAM, o, más recientemente, de la Fiscalía General de la Nación.  

Sobre la calidad, todas las universidades denunciadas tienen, que yo sepa, sus programas con registro calificado, lo que garantiza unos estándares mínimos de calidad, que son, en general, aceptados por la comunidad académica y que obedecen a estándares reconocidos internacionalmente. Varias de ellas incluso cuentan con programas acreditados de alta calidad.   

Ahora bien, si las instituciones que han sido acusadas de tan graves hechos están desviando sus recursos de los fines establecidos para la educación superior en la Ley 30 de 1992, ello debería ser demostrado, lo cual no sucede en los comentarios de las candidatas. 

Me parece que todos los actores del sistema y no sólo las instituciones afectadas, deberían requerir aclaraciones sobre estas denuncias, porque ellas no afectan a unos cuantos, sino a la confianza de la sociedad sobre la educación superior en Colombia.  

Sobre el debate pendiente a una reforma de la Ley 30 de 1992 será vital plantear el reconocimiento de IES con ánimo de lucro, lo cual nada tiene que ver con la calidad de los programas, ni con el cumplimiento de los objetivos de la educación superior. 


  


No hay comentarios:

Publicar un comentario