Con el inicio del proceso formal de ingreso de Colombia a la OCDE, desde ya se revisan las recomendaciones entregadas al gobierno nacional en diferentes áreas -son más de 200 - en las que habrá que recorrer un largo camino de transformaciones.
En materia de educación superior se destaca la necesidad de fortalecer la cobertura, pertinencia y calidad del sistema. Si bien el avance ha sido significativo, pasando de 1´100.000 estudiantes en el 2005 a cerca de 2´000.000 en el 2013, que corresponde al 42%, la meta para el año 2019 es del 55%, con énfasis en la educación técnica.
Este incremento en cobertura es resultado en buena medida del aumento en el presupuesto nacional dedicado financiar la oferta y la demanda. A modo de ejemplo, en la última reforma tributaria el gobierno asignó 1.5 billones de pesos adicionales hasta el año 2015, lo que requiere de un fortalecimiento normativo e institucional que garantice la destinación de dichos recursos.
En el mismo sentido, el documento de la OCDE reconoce avances en la construcción del sistema de aseguramiento de la calidad, pero cuestiona la falta de una política que defina los objetivos de dicho sistema.
Pero tal vez donde habrá que hacer esfuerzos mayores es en IC&T, donde Colombia destina el 0.2% del PIB, en comparación con el 1.2% de Brasil y el 2.4% % promedio de los países de la OCDE.
En resumen, para entrar a la OCDE habrá que asignar mayores recursos, pero también será necesario fortalecer el sistema legal en educación e investigación, con el fin de que las transformaciones a realizar sean eficientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario