viernes, 1 de junio de 2012

RANKINGS UNIVERSITARIOS

Una primera cosa que hay que decir es que los rankings universitarios existen y no van a desaparecer.

Si aceptamos que ninguna institución Colombiana estará clasificada en el ranking de Shangai antes de diez (10) años (Incluso en la región solo están clasificadas dos universidades chilenas, una de Argentina y una de México, si aceptamos que Brasil es otra cosa) nos resta atenernos al ranking más prestigioso en el mundo de las vanidades académicas y administrativas, después del de Shangai: el Webometrics, definido como el ranking de las universidades con mejor desempeño en la web. Ese ranking hace su tabla, toma una base de 18.000 universidades y rankea las mejores 8.000 de todo el mundo con base en cuatro parámetros: (i) Tamaño del home, (ii) ficheros ricos (archivos del tipo Word, pdf, ppt, postscrit), (iii) Google académico, cantidad de artículos y citas de los artículos de los académicos de cada universidad en esa página de Google y (iv) Visibilidad. Este último parámetro, no es otra cosa que de nuevo los inlinks, las citas. Cada parámetro tiene su peso y la suma da el 100%. Pues bien, la visibilidad pesa el 50% de la ponderación.

Entonces, por fin podremos decir que en webometrics, la universidad colombiana registra el mayor índice de crecimiento o de mejoramiento de la región. Sin embargo, en Colombia aportamos como país apenas mil documentos al año, de un total de 800.000 artículos indexados en ISI, y tenemos solo dos revistas nacionales con reflejo en el JCR. Por poner un ejemplo, la Universidad de San Pablo, en Brasil, aporta ella sola más de seis mil artículos ISI al año.
 
Una dificultad que se plantea en este tema es el idioma, lo cual es bastante retrogrado. Publicar en revistas indexadas significa estar hablando el idioma moderno de la ciencia. Ese idioma moderno no lo imponen las agencias indexadoras. Tampoco las editoriales. Lo imponen los hechos anglosajones. Ayer hablábamos latín, hoy inglés, mañana hablaremos mandarín. Los chinos tienen mal contadas doscientas revistas en el sistema de Thomson. Todas en inglés. Y en el sistema Scopus tienen 673 todas en inglés. Ellos no se preguntan si les enseñaron o no el inglés.

La ley de Bradford dice que el 3% de las revistas publicadas recibe el 50% de las citaciones y que el 33% de las revistas publicadas reciben el 95% de las citaciones. En ISI hay registradas unas 12.000 revistas, que publican al año unos 800.000 artículos, cada uno con un promedio de 30 citas. De esas revistas, el 3%, unas 350, son citadas unos doce millones de veces en las distintas áreas del conocimiento. Allí están Nature y Science. El 33%, unas 3.000 revistas, son citadas unos diez millones de veces. La conclusión entonces que es la mayoría de revistas no son relevantes académicamente, miran cómo las demás son citados.

Toda esta discusión sobre rankings internacionales terminará el día en que los académicos colombianos den el paso y colonicen las revistas indexadas relevantes y muestren su verdadera capacidad. Si un académico no sabe dónde publicar, tampoco sabe dónde está su comunidad. La actividad de publicar debería ser más natural y no lo es, la aspiración a publicar en las mejores revistas debería ser natural y no lo es. Los académicos colombianos tienen el compromiso de validar internacionalmente su conocimiento local. Algunos se contentan solamente con la validación local, regional, departamental.



GERMÁN VILLEGAS G.

No hay comentarios:

Publicar un comentario