De los impactos en la educación sobre
la pandemia que vivimos se ha venido hablando con insistencia, desde la
necesidad de fortalecer los modelos de educación no presencial, la caída de las
matrículas, el mantenimiento de la estructura docente, el retraso en los
procesos de registro calificado y de acreditación, el manejo de las plantas
físicas, surgen muchas preguntas en estas épocas de incertidumbre. De seguro
vendrán muchos cambios que se irán construyendo en el camino y algunas cosas ya
no volverán a ser iguales.
Desde los años 90, la
internacionalización ha venido siendo un factor definitivo en la calidad de la
educación, fortaleciendo las relaciones entre países, personas, culturas,
instituciones y sistemas, con lo que surge la pregunta de como se afectarán
estas relaciones y que oportunidades se habrán de presentar con la crisis
actual.
Sin duda se verán limitados durante un
buen tiempo intercambios académicos, pasantías internacionales, convenios de
doble titulación, rotaciones médicas en otros países y muchos eventos
académicos, pero también se plantean posibilidades muy interesantes,
especialmente en cuanto a proyectos conjuntos de investigación, redes de
conocimiento y de apoyo psicólogico a estudiantes, cursos cortos en línea
(MOOC) y muchas otras que permiten aprovechar las tecnologías. En resumen, la
movilidad estará orientada a la capacidad de los docentes de internacionalizar
el aprendizaje y los contenidos, así como las capacidades del sistema en
utilizar las tecnologías disponibles.
Es reconfortante evidenciar como en
Colombia se han venido suscribiendo convenios internacionales entre
instituciones del área de la salud, con el fin de adelantar proyectos de
investigación que permitan mitigar o encontrar posibles vacunas contra el COVID
19.
Ya hemos aprendido que no se hace
internacionalización firmando muchos convenios y los actuales tiempos son una
buena oportunidad para aprovechar las relaciones construidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario