En
el mes de febrero pasado me había referido a la Ley 1581 de 2012 (Hábeas data)
y el pronunciamiento de la Corte Constitucional, mediante Sentencia C-748/1,
que además de declarar su constitucionalidad, estableció un período de
adaptación.
Con
posterioridad a ello, se expidió el Decreto 1377 de 2013 en el que se
precisan los términos y contenidos de la política de tratamiento de protección
de datos personales y exige para el caso de instituciones de educación la
construcción de formatos de autorización para la recolección, almacenamiento,
uso, circulación y supresión de los datos personales de trabajadores,
contratistas, estudiantes, profesores y terceros proveedores.
Es
cierto que el Decreto de la SIC ha recibido varias demandas especialmente
porque permitía a las entidades que manejan datos notificar del manejo de sus
bases a través de un aviso de periódico o en la página web, aunque la Ley de
hábeas data habla de autorización previa, expresa e informada del
titular de los datos, además de definir un término de treinta (30) días
para que usuario se pronunciara, vencido el cual se entendería como una
autorización tacita.
Sin
embargo, la norma continúa vigente pese a lo cual muchas IES no han iniciado el
proceso de identificación de las necesidades en materia de la implementación y
adopción de medidas técnicas y administrativas adecuadas y suficientes que
permitan el cuidado y conservación de los datos personales de los titulares,
evitando su adulteración, pérdida, consulta, uso o acceso no autorizado o
fraudulento; así como la creación de procedimientos para el uso, supresión,
corrección y actualización de dichos datos, de conformidad con los lineamientos
dados por la Ley 1581 de 2012 y el Decreto 1377 de 2013.
Ya
la SIC ha anunciado la supervisión al acatamiento de estas normas empezando por
entidades de salud y educación en razón a la sensibilidad de los datos que
manejan y el número de quejas recibidas, lo que puede generar multas de
hasta 2.000 SMMLV e incluso el cierre, si los datos son de etnia, religión,
filiación política o sindical.
En
esta guerra avisada no debería morir ningún soldado.
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