Esta semana muy probablemente será aprobada la ley que dará nuevas facultades de inspección y vigilancia al Ministerio de Educación Nacional. En una reunión con uno de los ponentes del proyecto de ley 124, menciona que hay consenso en todos los sectores políticos para aprobar la iniciativa del gobierno.
Sin embargo, queda la preocupación por el trámite de una ley que es fruto del pánico y el afán, sobre el que muy pocas instituciones de educación superior se han pronunciado - a veces por el temor de ser señaladas - y que contiene mecanismos de intervención que preocupan.
El abuso de la autonomía universitaria por parte algunas instituciones no puede generar sospecha sobre todo el sector que ha demostrado, en general, su actuación con responsabilidad. Las situaciones graves que se han denunciado deberían ser resueltas por los jueces y no por la intervención del gobierno en los Consejos Superiores.
Lo cierto es que con esta nueva ley se habrán de fortalecer los procesos de gestión en las IES, en áreas como secretarías generales y oficinas jurídicas a fin de llevar un registro más estricto en información de las instituciones, así como toda la documentación financiera y administrativa que deberá ser remitida al MEN. Es necesario que se dé el debate sobre qué tipo de inversiones pueden realizar las IES.
La inspección y vigilancia que conocimos con la Ley 30 de 1992 va a desaparecer y es necesario estar preparados para estas nuevas realidades. Y tal vez está bien que así sea.
Autonomía sin auto-regulación es lo que genera abuso de posición ante familias y estudiantes que están buscando una solución a sus problemas de acceso a la Educación Superior. La aprobación de instituciones en el papel, sin estructuras académicas y administrativas es lo que tiene que evitar el MEN
ResponderEliminar