La reciente llegada de Paula
Arias a COLCIENCIAS se convierte en el cuarto cambio de dirección en estos tres
años del gobierno Santos, lo que refleja buena parte de la crisis del ente que
rige la investigación en Colombia, que pasa por una debilidad administrativa y
de infraestructura para hacer frente a su naturaleza de Departamento
Administrativo que le asignó la Ley 1286 de 2009.
Lo demás, es el continúo e
improvisado cambio en las reglas del juego para tramitar recursos para investigación,
para convocatorias de becas a jóvenes investigadores y su papel pasivo y sujeto
a trajinares políticos en la adjudicación del 10% de las regalías para la
ciencia, la tecnología y la innovación, que a cambio le generan una pesada
carga para su gestión.
A pesar de que la llegada
de Paula Arias estuvo dada por la aplicación de la ley de cuotas de género y
algunas otras críticas, el liderazgo y la capacidad de gestión de esta
manizalita parecen estar generando unas decisiones importantes para COLCIENCIAS,
que no pasan por anuncios alegres sino por la evaluación sería del proceso de
modernización de la entidad, la facilitación para la ejecución de recursos de regalías
y mayor claridad en los procesos de convocatorias a investigación y doctorados.
Todavía queda la tarea de
ganar la confianza de la difícil comunidad científica, el tiempo es breve – ley
de garantías para empezar – y aún queda por demostrar la voluntad del gobierno
nacional en apoyar decididamente la ciencia, la tecnología y la innovación,
como lo ha hecho, por ejemplo, con el SENA.
Sin embargo, a pesar del
poco tiempo de Paula Arias en COLCIENCIAS, es dable creer que corren buenos
vientos para la investigación en Colombia.
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